El origen de las passivhaus se remonta a finales de la década de los 80, cuando los profesores Bo Adamson, de la Lund University de Suecia, y Wolfgang Feist, del Instituto de Edificación y Medio Ambiente de Alemania, idearon un tipo de vivienda de consumo energético casi nulo. Hoy en día, existe el estándar Passivhaus, promovido desde 1996 por el Passivhaus-Institut, por el cual aquellos edificios construidos con las condiciones determinadas pueden certificarse. Gracias al auge de la preocupación por la eficiencia energética, las passivhaus están cobrando un especial protagonismo.
El origen de las passivhaus se remonta a finales de la década de los 80, cuando los profesores Bo Adamson, de la Lund University de Suecia, y Wolfgang Feist, del Instituto de Edificación y Medio Ambiente de Alemania, idearon un tipo de vivienda de consumo energético casi nulo. Hoy en día, existe el estándar Passivhaus, promovido desde 1996 por el Passivhaus-Institut, por el cual aquellos edificios construidos con las condiciones determinadas pueden certificarse. Gracias al auge de la preocupación por la eficiencia energética, las passivhaus están cobrando un especial protagonismo.
Qué son las passivhaus
Las passivhaus son viviendas construidas optimizando los recursos existentes a través de técnicas pasivas, de cara a reducir el consumo energético y la huella ambiental. Para ello, cuentan con un gran aislamiento térmico y un riguroso control de infiltraciones, además de emplear la energía solar para conseguir una mejor climatización.
Algunas de las buenas prácticas de las passivhaus consisten en tener en cuenta factores como el sol o el viento de cara a ubicar la orientación de puertas y ventanas: de esta forma, se aprovecha mejor el sol en invierno y se controla más en verano. Otro factor fundamental es el cuidado en la ausencia de puentes térmicos: las esquinas, juntas, ejes…, etc. de una vivienda pueden producir pérdidas o ganancias de temperatura, reduciendo así la eficiencia de la construcción.
Las passivhaus también destacan por el exhaustivo control en cuanto a la ventilación con el que cuentan. La envolvente se concibe de forma absolutamente hermética, por lo que no hay fugas de aire ni posibles corrientes. Además, cuentan con un sistema de ventilación controlada que garantiza la calidad y salubridad del aire interior sin perder en el proceso frío o calor.
Por otro lado, las passivhaus se construyen con materiales naturales, menos contaminantes que los convencionales, lo que ayuda a prevenir o evitar enfermedades de tipo respiratorio a los inquilinos.
Características de una casa pasiva
Pueden obtener el certificado Passivhaus tanto edificios de obra nueva como edificios antiguos rehabilitados en cualquier tipo de clima, mientras esté construido de forma que ofrezca a sus habitantes el mayor confort posible, haciendo el menor consumo de energía y consiguiendo una buena calidad en el aire interior.
Para ello, estas casas tienen que presentar una serie de características:
Reducción del gasto energético
Las passivhaus son capaces de recudir el consumo energético de una casa entre el 70% y el 90% en comparación con una vivienda convencional, lo que las sitúa en centro de los modelos de construcción de eficiencia energética. Como sucede a menudo cuando hablamos de eficiencia energética, la inversión inicial es más elevada que la de edificios convencionales, pero sale rentable en el largo plazo gracias al consecuente ahorro.
Puertas y ventanas de altas prestaciones
Las aberturas en estos elementos permiten las fugas más graves de energía en todo el hogar. En las ventanas es necesario obtener el sello de “componente certificado”.
Falta de puentes térmicos
Los puentes térmicos tienen que ser fabricados y colocados haciendo especial hincapié en las uniones, esquinas, etc., para que no se produzcan pérdidas o ganancias que no se desean en estos elementos.
Ventilación controlada con recuperación de calor
Las casas pasivas deben disponer de un sistema de ventilación controlada de elevada eficiencia con recuperación de calor, haciendo que el aire de dentro de la casa se renueve y controle en todo momento.
Hermeticidad frente al aire
Una Passivhaus debe ser lo más hermética posible, un aspecto que se monitoriza a través de la prueba de presión denominada ensayo Blower Door. De este modo, se evitan las corrientes de aire que se suelen formar mediante las carpinterías en el hogar.
Cómo se hace una casa pasiva
Ahora que ya sabemos cómo son las casas pasivas, podemos dar algunas de las principales claves acerca de cómo se realizan este tipo de construcciones:
- Aumento del aislamiento. Es necesario diseñar un modelo de hogar que sea capaz de generar las temperaturas más adecuadas durante todo el año. El objetivo es no depender de sistemas de calefacción o climatización, en la medida de lo posible.
- Aprovechamiento de la inercia térmica. La inercia térmica se refiere al tiempo requerido por un material para calentarse, que resulta directamente proporcional al tiempo que va a tardar en deshacerse de ese calor.
- Prioridad de la captación de la luz del sol. No solo es necesario aprovechar la capacidad del sol para calentar el hogar, sino que también hay que buscar la forma de protegerse del mismo en verano.
- Evitar las filtraciones de aire, ya que estas suponen una bajada de temperatura dentro de la vivienda.
- Utilizar el efecto invernadero, a través de superficies de cristal estancas que hacen que entre el calor del sol y este no vuelva a salir hacia el exterior, quedando almacenado dentro del hogar.
- Conseguir la ventilación cruzada, que se logra cuando se colocan aberturas (ventanas o puertas) en direcciones opuestas, permitiendo que se creen corrientes de aire que hacen el hogar más confortable.
Las passivhaus no están tan de moda en España como en Alemania o Suiza, pero ya se dan numerosos casos a lo largo de todo el país. Aún así, cuesta encontrar mano de obra especializada en el estándar Passivhaus. Por otro lado, como afirman los profesionales del sector, hace falta un cambio de mentalidad en la sociedad hacia los modelos de construcción.